EL CACHITO VENEZOLANO

Al inmigrante venezolano le hacen falta muchas cosas: su familia, la playa y el buen clima, el Ávila (si es caraqueño), la fiesta por cualquier motivo, la tranquilidad de infringir una que otra ley sin miedo a la multa, la gasolina barata… Pero, sin duda alguna, lo que más falta le hace es el cachito de jamón.

El cachito es una creación de los portugueses pero se puede decir que es venezolano. Durante la época donde al país emigraban hacia el país muchos extranjeros entre italianos y portugueses, estos últimos empezaron aperturar panadería, y es entonces cuando unieron los sabores de ambas tierras donde obtuvieron los famosos cachitos.

Otros dicen que su origen se debe a un panadero ubicado en el centro de Caracas que preparaba el pan de jamón para las fiestas ñavideñas y viendo que le sobraban grandes cantidades de jamón decidió hacer uso de este sobrante usándolo de relleno de una masa, hornéandolo y poniéndolo a la venta en su establecimiento, logrando un gran éxito e incorporándose al desayuno diario de los venezolanos.

El cachito de jamón es una especie de pan endulzado relleno con picadillo de jamón y enrollado para luego llevar al horno. Durante largos años el cachito ha sido el uno de los desayunos predilectos del venezolano, su sabor entre dulce y salado ha cautivado a más de uno.

Alrededor de las 7 u 8 de la mañana se observan muchas panaderías con una gran cantidad de personas desayunando, a muchas no les dio tiempo de desayunar en casa mientras que otras simplemente prefirieron comer en la calle. ¿El desayuno?... un cachito acompañado de medio litro de jugo de naranja, una malta o una taza de café con leche.