EL SALTO ANGEL
SALTO ANGEL, CANAIMA
Es una Catarata del sureste de
Venezuela, situada en el río Churún, afluente del río Carrao. Es la catarata
interrumpida más alta del mundo, quince veces mayor que las cataratas del
Niágara; su caída es de 979 mts. desde la mesa del Auyantepuy, en las selvas
del macizo de las Guayanas. Es un portento natural único e impresionante para
quienes tienen el honor de verlo en persona.
El Santo Angel (su nombreen
Pemón: “Kerepakupai-merú” o “Churún-merú” ) es la catarata más alta del mundo,
con una altura de 979 m (807 m de caída ininterrumpida), generada por la caída
del río Churún desde el Auyantepuy; está ubicado en el Parque Nacional Canaima,
en el estado Bolívar, Venezuela, el cual fue instaurado el 12 de junio de 1962
y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. El parque
nacional se extiende sobre 30.000 km² (un territorio más grande que Bélgica),
hasta la frontera con Guyana y Brasil, y por su tamaño es considerado el más grande
del mundo.
Este salto era conocido por los
indígenas de la zona, quienes lo llamaron Kerepakupai-merú («caída de agua
hasta el sitio más profundo») en idioma pemón, pero su «descubrimiento» oficial
sigue siendo materia de discusión. Algunos historiadores se lo atribuyen a
Ernesto Sánchez, explorador que en 1910 notificó el hallazgo al Ministerio de
Minas e Hidrocarburos en Caracas. Otros, al capitán de la Armada venezolana de
origen español Félix Cardona Puig, quien, en 1927, junto a Mundó Freixas, explorador
también de origen español, divisó el gran salto de agua en el macizo del
Auyantepuy. Los artículos y mapas de Cardona atrajeron la curiosidad y el
espíritu de aventura del aviador estadounidense Jimmy Angel, quien se puso en
contacto con Cardona para hacer varias visitas al salto en 1937. El 21 de mayo
de 1937, Cardona acompañó a Jimmy Angel a sobrevolar el salto. En septiembre de
ese mismo año Jimmy Angel insiste en aterrizar en la cima del Auyantepuy,
propósito que logra abruptamente, incrustando la avioneta en el suelo. Las
noticias del accidente, que afortunadamente no dejó víctimas, motivaron que el
gran salto fuese bautizado como salto Ángel, y así se le conoce desde
entonces.
El primer ser humano a llegar al
río que alimenta las cataratas fue el explorador letón Aleksandrs Laime,
también conocido como Alejandro Laime por los nativos de la tribu Pemón. Hizo
la ascensión del Auyan-tepui en 1955. Dio al río el nombre de uno de los más
hermosos ríos de Letonia, el río Gauja. Si bien el nombre indígena de las
caídas ya rara vez se utiliza, el nombre pemón del río, Kerep, sigue siendo
ampliamente utilizado.
Laime también fue el primer
occidental en recorrer un sendero que conduce desde el río Churun a la base de
las cataratas. En el camino, hay un punto de vista comúnmente utilizados para
capturar las caídas en las fotografías. Es llamado “Mirador Laime” en su honor.
Este camino es utilizado ahora por la mayoría de los turistas desde el
campamento de Isla Ratón. La altura de las cataratas se
determinó por una investigación de la National Geographic Society llevada a
cabo por el periodista Ruth Robertson en 1949.
Fue descubierto ( mostrada al
mundo ) en 1937 por el aviador y aventurero estadounidense James C. Ángel, de
quien recibe el nombre. y cuyas cenizas se depositaron sobre el salto a
petición del propio Jimmy. Es uno de los monumentos naturales más apasionantes
del planeta.
En 1920 mientras efectuaba un
vuelo de demostración por Sur América, Jimmy Ángel se vio precisado a realizar
un aterrizaje forzoso sobre una alti-Planicie andina (3.500 metros de altura)
debido a la rotura del cuplón del magneto. El avezado piloto norteamericano
fabricó una pieza con la suela de uno de sus zapatos, y así pudo despegar y
proseguir su vuelo sin interrupción alguna. Había llegado a Panamá -Jimmy
Ángel- de su vuelo de demostración, y encontrándose en el bar de un hotel,
donde a la sazón se comentaba el hecho del referido aterrizaje forzoso, cuando
se le acercó un señor norteamericano, con un planito en la mano. ¿Que deseaba?
El proponía al aviador que lo condujera a un lugar señalado al sur del río
Orinoco, en Venezuela, donde era necesario un aterrizaje y despegue similar -al
ya citado arriba- pero a 2.600 metros de altura. Jimmy no se interesó mucho,
pues acababa de regresar de un largo viaje, y tratando de deshacerse de aquel
individuo, le dijo que sí, pero, que él exigía por sus servicios, la suma de
cinco mil dólares ... en un cheque de gerencia de un banco de Panamá, antes de
efectuar el vuelo, Con ello, Jimmy no le decía que no, aunque exigía unos
honorarios muy elevados. Y, en verdad, consideró dicha cantidad como difícil de
satisfacer, por la persona que le hacía la proposición. Cuál no sería la
sorpresa de Jimmy Ángel, cuando a las 10 de la mañana del siguiente día recibió
la visita del extraño personaje, con el cheque por los $ 5.000 exigidos.
Hombre de palabra, Jimmy hizo los
arreglos necesarios, y de acuerdo a lo previamente establecido, se trasladó con
su pasajero a Venezuela, internándose en nuestro territorio hacia el sur, más
allá del río Orinoco. De acuerdo a lo relatado por
Jimmy años después, él ignoraba el sitio exacto, y fue guiado por el extraño
aventurero, quien le indicó un río a cuyo lado debía aterrizar. Jimmy así lo
hizo: aterrizó sobre una pequeña sabana y, recordaba él, que el tiempo no era
muy bueno y llovía bastante. Ello le preocupaba en extremo toda vez que a una
de las alas del avión, le penetraba abundante agua, y se valió de una navaja
para pinchar la tela y achicarla. Una media tarde y la noche permanecieron
allí, tiempo empleado por el pasajero en realizar una exploración a un lugar
cercano, trayendo consigo unas 60 libras de pepitas de oro, dentro de sacos
que, seguramente, tenía preparados de antemano a la espera de una oportunidad propicia,
como la presente.
Ángel realizó innumerables vuelos
por su propia cuenta, En uno de ellos y llevando de acompañante a un Sargento
Técnico de apellido García, en momentos en que sobrevolaban el cerro
Auyantepuy, que era la región que más atraía a Jimmy, observaron por primera
vez la caída de agua que hoy Lleva su nombre: Salto Ángel, y quedando
impresionados por su altura. Este descubrimiento de Jimmy fue comentado a su
regreso, y la magnitud del salto, fue corroborada por otras personas,
incluyendo al señor Shorty Martín, geólogo y topógrafo que estaba haciendo
exploraciones y levantamientos en esa zona, y quien se había hecho gran amigo
de Jimmy, a quien conoció en el Campamento de Kamarata, en el mismo Estado
Bolívar. Shorty y Jimmy decidieron levantar un mapa del Auyantepuy y, con tal
fin, sobrevolaron el borde del cerro haciendo las anotaciones de acuerdo al
rumbo, velocidad y altura. Por el altímetro del avión estimaron que el salto
tenía casi 1.000 metros de altura, lo cual lo convertía en el mayor del mundo.
Esto fue ratificado años después por una expedición, al ser medido con
exactitud.
El nombre que hoy lleva -Salto
Ángel- surgió durante una reunión efectuada en Caracas, y que culminaría con el
aterrizaje de Jimmy en la cima del Auyantepuy. En esa reunión, además de Jimmy
Y Shorty, se encontraba Gustavo Heny -a quien hoy debemos el presente recuento-
pues lo habían interesado en el proyecto. Cuando hablaron de la caída o salto,
él -Heny- preguntó qué nombre tenía, quedándose ambos -Jimmy y Shorty- sin
saber qué responder, Pues no existía un mapa de la región, y el que ellos
levantaron tampoco le habían puesto nombre. Fue Heny quien sugirió el nombre de
Ángel, utilizando el apellido de Jimmy, su descubridor y quien lo diera a
conocer.
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